Vaya por delante que hablo desde una
perspectiva muy particular, en un momento de tensión máxima entre el
Barça y el Madrid, en vistas de una semifinal de la Champions y el día
después de LA rueda de prensa de Guardiola.
Dicho esto, quiero reflexionar sobre algo tan poco definido y tan repetido como es "el modelo". Esa guía de estilo, ese patrón teórico que siguen los equipos que está por encima de entrenadores, jugadores y presidentes. La identidad, que “eso” tan preciado y tan difícil de encontrar.
Barça y Madrid, dos entidades antagónicas, dos rivales históricos, dos referencias futbolísticas mundiales, tienen cada uno SU modelo.
En el fútbol, un deporte en el que el objetivo máximo es el gol, el modelo, en su definición mas simple, es el "cómo" conseguirlo. El gol como representación de la victoria, objetivo último de toda actividad deportiva. Alguno dirá: "el modelo también es el "cómo" defender ese gol", sin embargo, yo soy de los que piensan que eso de "la mejor defensa es un buen ataque" sirve del derecho y del revés. Lo que diferencia unos y otros modelos es todo aquello que pasa antes y después del gol, es lo que hace disfrutar a los espectadores. El camino a la gloria es lo que hace que el éxito se valore en su justa medida.
Observando las reacciones y las críticas de los últimos días a la forma de jugar de Barça y Madrid por parte de las aficiones contrarias, solo se puede llegar a una conclusión: los modelos han hecho ver el fútbol de forma distinta. Han hecho a las aficiones disfrutar de cosas diferentes.
Sobreentendiendo que los títulos en la vitrina son el objetivo de todo club, el cómo conseguirlos o cómo intentarlo, en ocasiones, deviene otra victoria.
La última Copa del Rey conquistada por el Real Madrid tiene un valor mucho mayor del que se advertía a principio de temporada. Primero, se le ganó al máximo rival, segundo los blancos fueron superiores, tercero supuso el acabar con la sequía de títulos y con la supremacía blaugrana, y por último, y para un servidor muy importante, se conseguió siendo fiel a un “modelo”. El de la casta, el pundonor y el dejarse la piel en el campo, ese “eso” que ha caracterizado al Real Madrid de siempre.
El Barcelona, defendiendo otro modelo, ha cosechado títulos los últimos años que no había conseguido nunca antes. Ha sido elevado a los altares de la historia como el mejor equipo del mundo gracias a defender ese estilo. Es por eso que Pep, cuando dice que “defenderán ese modelo hasta el final”, no tiene miedo a perder. Conoce la historia del Barça y por eso sigue fiel a una forma de hacer las cosas, a un “cómo”. Sabe que eso ya es conseguir una pequeña victoria. El FC Barcelona ha pasado por días de lluvia. Quién no recuerda la última semifinal de Champions contra el Madrid de los galácticos, los años de entrar en UEFA por los pelos o las temporadas directamente en blanco. Durante esos años, sin embargo, se siguió fiel a un modelo. El Barça de Van Gaal, por ejemplo, cosecho triunfos y derrotas, pero lo hizo siguiendo el “estilo Barça” y, aunque perdiera, despertó la admiración de los aficionados por apostar por una forma de hacer las cosas. Ese Barça, que cayó en semifinales de Champions contra el Valencia, crió a los Xavi, Iniesta, Puyol y Valdés, y consiguió un récord espectacular de goles (45) y de victorias consecutivas (11) en Europa.
Hay quién no entenderá este estilo, incluso hay a quién le pueda aburrir. Seguramente serán aficionados del Madrid, hinchas ingleses o italianos que valoran otras cosas. Me sorprendería mucho que un aficionado del Arsenal, un hincha holandés o incluso algún romántico que recuerde al Liverpool de Bill Shankly o el Milan de Sacchi, critique o se aburra con el fútbol de toque del FC Barcelona y de la actual selección española. Los que defienden este estilo son aquellos que valoran el “cómo” por encima del “qué”.
Por otro lado, hay aficionados del Barcelona que no entenderán, y no valorarán en su justa medida, el juego del Real Madrid o el del Inter el año pasado. Un despliegue físico espectacular, un orden táctico perfecto y una capacidad de definición incontestable, ese es el “modelo” blanco. En este caso, los admiradores de HH, los de la escuela italiana, los que celebraron la victoria de Grecia en la Euro 04 o los que han disfrutado del Oporto, el Chelsea y el Inter de Mou, serán los que valoran el “qué” por encima del “cómo”, o que por “cómo” entienden estrategia, estudio y confrontación defensiva.
Hay un grupo de personas, en el que me encuentro (llámenme raro), que disfrutamos con el deporte en general y, en ocasiones, con el fútbol en particular. Entiendo este deporte como un arte a veces, como una guerra otras, como una orquesta, y también como un sistema de fuerzas en equilibrio que hay que saber dominar para que se desequilibre a tu favor. En ese contexto, es tan bello lo preciosista como lo efectivo, lo directo como lo sutil. Es digno de admiración el “cómo”, pero también el “qué”. Aunque cabe preguntarse una cosa, ¿qué pasa si un equipo apuesta por el “qué” pero no consigue la victoria?. ¿Y si alguien admirado por su juego, que apuesta por el “cómo” por convicción, no gana lo que se espera?. ¿Les suena la Naranja Mecánica?.
Dicho esto, quiero reflexionar sobre algo tan poco definido y tan repetido como es "el modelo". Esa guía de estilo, ese patrón teórico que siguen los equipos que está por encima de entrenadores, jugadores y presidentes. La identidad, que “eso” tan preciado y tan difícil de encontrar.
Barça y Madrid, dos entidades antagónicas, dos rivales históricos, dos referencias futbolísticas mundiales, tienen cada uno SU modelo.
En el fútbol, un deporte en el que el objetivo máximo es el gol, el modelo, en su definición mas simple, es el "cómo" conseguirlo. El gol como representación de la victoria, objetivo último de toda actividad deportiva. Alguno dirá: "el modelo también es el "cómo" defender ese gol", sin embargo, yo soy de los que piensan que eso de "la mejor defensa es un buen ataque" sirve del derecho y del revés. Lo que diferencia unos y otros modelos es todo aquello que pasa antes y después del gol, es lo que hace disfrutar a los espectadores. El camino a la gloria es lo que hace que el éxito se valore en su justa medida.
Observando las reacciones y las críticas de los últimos días a la forma de jugar de Barça y Madrid por parte de las aficiones contrarias, solo se puede llegar a una conclusión: los modelos han hecho ver el fútbol de forma distinta. Han hecho a las aficiones disfrutar de cosas diferentes.
Sobreentendiendo que los títulos en la vitrina son el objetivo de todo club, el cómo conseguirlos o cómo intentarlo, en ocasiones, deviene otra victoria.
La última Copa del Rey conquistada por el Real Madrid tiene un valor mucho mayor del que se advertía a principio de temporada. Primero, se le ganó al máximo rival, segundo los blancos fueron superiores, tercero supuso el acabar con la sequía de títulos y con la supremacía blaugrana, y por último, y para un servidor muy importante, se conseguió siendo fiel a un “modelo”. El de la casta, el pundonor y el dejarse la piel en el campo, ese “eso” que ha caracterizado al Real Madrid de siempre.
El Barcelona, defendiendo otro modelo, ha cosechado títulos los últimos años que no había conseguido nunca antes. Ha sido elevado a los altares de la historia como el mejor equipo del mundo gracias a defender ese estilo. Es por eso que Pep, cuando dice que “defenderán ese modelo hasta el final”, no tiene miedo a perder. Conoce la historia del Barça y por eso sigue fiel a una forma de hacer las cosas, a un “cómo”. Sabe que eso ya es conseguir una pequeña victoria. El FC Barcelona ha pasado por días de lluvia. Quién no recuerda la última semifinal de Champions contra el Madrid de los galácticos, los años de entrar en UEFA por los pelos o las temporadas directamente en blanco. Durante esos años, sin embargo, se siguió fiel a un modelo. El Barça de Van Gaal, por ejemplo, cosecho triunfos y derrotas, pero lo hizo siguiendo el “estilo Barça” y, aunque perdiera, despertó la admiración de los aficionados por apostar por una forma de hacer las cosas. Ese Barça, que cayó en semifinales de Champions contra el Valencia, crió a los Xavi, Iniesta, Puyol y Valdés, y consiguió un récord espectacular de goles (45) y de victorias consecutivas (11) en Europa.
Hay quién no entenderá este estilo, incluso hay a quién le pueda aburrir. Seguramente serán aficionados del Madrid, hinchas ingleses o italianos que valoran otras cosas. Me sorprendería mucho que un aficionado del Arsenal, un hincha holandés o incluso algún romántico que recuerde al Liverpool de Bill Shankly o el Milan de Sacchi, critique o se aburra con el fútbol de toque del FC Barcelona y de la actual selección española. Los que defienden este estilo son aquellos que valoran el “cómo” por encima del “qué”.
Por otro lado, hay aficionados del Barcelona que no entenderán, y no valorarán en su justa medida, el juego del Real Madrid o el del Inter el año pasado. Un despliegue físico espectacular, un orden táctico perfecto y una capacidad de definición incontestable, ese es el “modelo” blanco. En este caso, los admiradores de HH, los de la escuela italiana, los que celebraron la victoria de Grecia en la Euro 04 o los que han disfrutado del Oporto, el Chelsea y el Inter de Mou, serán los que valoran el “qué” por encima del “cómo”, o que por “cómo” entienden estrategia, estudio y confrontación defensiva.
Hay un grupo de personas, en el que me encuentro (llámenme raro), que disfrutamos con el deporte en general y, en ocasiones, con el fútbol en particular. Entiendo este deporte como un arte a veces, como una guerra otras, como una orquesta, y también como un sistema de fuerzas en equilibrio que hay que saber dominar para que se desequilibre a tu favor. En ese contexto, es tan bello lo preciosista como lo efectivo, lo directo como lo sutil. Es digno de admiración el “cómo”, pero también el “qué”. Aunque cabe preguntarse una cosa, ¿qué pasa si un equipo apuesta por el “qué” pero no consigue la victoria?. ¿Y si alguien admirado por su juego, que apuesta por el “cómo” por convicción, no gana lo que se espera?. ¿Les suena la Naranja Mecánica?.
ART.
lalibretaderobertosedinho.blogspot.com
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